sábado, 14 de enero de 2017

La Última





    Finalmente, mi última quimio. ¡Celebremos! No importa qué pase mañana... ¡Celebremos! Porque hoy si duermo en paz ¡Celebremos! Sin preocupaciones. 

   Ahora mismo me estoy quedando dormida... Les prometo que les cuento mañana. 

                   ✨✨✨

     Al fin se acabó todo, bueno casi todo. No más vomitos, no más dolores innnecesarios, no más quimioterapias. 
     Fue un proceso largo y tedioso, no se los voy a negar, pero lleno de oportunidades que me servirán en mi vida adulta y un aprendizaje que no hubiese obtenido de ninguna otra forma. No pedí nada de esto, ningún ser humano puede ser capaz de desearlo, y a los que fingen tener cáncer u otra enfermedad terminal han llegado a lo más bajo; Dios se encargará de ellos.

     Pensé que está última quimio sería matadora (como el resto de ellas) vomitando y vomitando, con estreñimiento y sin poder moverme, pero si les digo que no vomité, no tuve desgaste fisico ni NADA de efectos secundarios a parte de las típicas nauseas, no me creerán.  

       ¿Qué factor cambió?

    Una compañera de cuarto con iguales intereses a los míos. Pasé la semana entretenida, corrimos por todo el piso, comimos cuanto pudimos, horneamos brownies y pancakes, nos tomamos mil fotos y decoramos toda el área de oncología. El ánimo fue mejor que cualquier ativan, sofrán, pepcid y solumedrol. Quizás si la hubiese conocido antes, mis quimios hubiesen sido un paseo en los canales de Venecia, pero todo tiene su propósito. Gracias Fabi ❤ Prometo venir en el tren a verte y traerte comida cada vez que pueda, hacerte compañía y hacer pijama's party aquí, y cuando sea la última tuya, ahí estaré para celebrarla. I promise. 

     No dejaré el blog, pero tomaré unas vacaciones de él. Tengo un bucket list larguísimo y lo primero que quiero hacer es bañarme bajo la lluvia (aunque sé que a mami no le agradará la idea). 

     Muchas gracias a todos los que me ayudaron en este proceso, a los que donaron sangre/plaquetas para mí y mis compañeritos de piso. A mi cirujana por saber tomar las decisiones correctas, a mi mamita bella por fajarse hasta lo último, a mi papá por ser el carrito del gas, a mi novio por quedarse cuando le pedí que se fuera, a titi Jennifer por salvarme y ayudar con mis permisos. Todos los que me han enviado mensajes de aliento; he leído todos y cada uno de ellos aunque a veces no tenga tiempo de contestarles y a los que me han puesto presente en sus oraciones, GRACIAS. Gracias por cada uno de los detalles que me han traido, desde un simple libro de pintar hasta algo más costoso, la intención es lo que vale. A los que he llamado y me han traido comida, tienen puntitos extra con Dios en el cielo. 






NOTA: ESTO LO CELEBRARÉ EN GRANDEEE COMING SOON 🎊🛍🎉

sábado, 7 de enero de 2017

Día de Reyes


No soy de escribir estas cosas aquí, pero esto hizo que se me cayera la cara de la verguenza ajena.

Ayer (Día de Reyes) mami decidió que no iba a cocinar, y yo que no me iba a morir de hambre. Convencí a papi de irnos todos a comer. Yo quería ir a Añasco, pero salimos tarde y cambié para el viejo San Juan, papi quería ir a Barranquitas. Estabamos buscando restaurantes y papi quería ir a la Vecindad del Chavo. Ni mi hermano ni yo queriamos ir ahí. El punto es que llegamos y estaba súper lleno, más motivos para querer irme. Esperamos como 40 minutos para que nos pasaran a una mesa, a pesar de que el sitio estaba lleno, y me estaba muriendo de hambre, no fue tedioso, la música y el ambiente eran agradables.

Nos sentaron y tomaron la orden rápido. Un servicio excelente, la comida riquisima, todo súper rápido y nuestro mesero muy atento. El lugar estaba lleno, habían muchas familias cenando tranquilamente.

De momento miramos y la familia de la mesa de atrás había dejado casi la mitad de un plato bastante grande. Mami y papi comentaron que era increíble y que habían dejado demasiado. Una de las empleadas se lo llevó, no habían pasado ni dos minutos cuando lo estaba devolviendo a la mesa. Pensamos que esa familia no había terminado aún y que había sido un error de la empleada… Nos equivocamos. La familia se fue sin pagar. Sí gente, en pleno 2017. Luego de haber hecho una orden en la que según mis cálculos consumieron algunos $250 dólares o más, se fueron levantando uno a uno y se fueron sin pagar.

Nadie lo podía creer, la cara de ansiedad de la mesera era incomparable, llamó al guardia de seguridad y este les dijo que ya se habían ido. Ahí fue cuando empecé a sentir coraje y a la misma vez vergüenza, cuando vi a la mesera, ahora más angustiada que antes, sabía que no podía quedarme sin hacer nada. Mis papás me criaron con valores, me enseñaron a compartir aunque no tuviese nada, pero sobretodo a ser honesta, y lo que hicieron esos “clientes” fue indignante. Siempre he respetado el trabajo de los meseros, y a ella (que ni siquiera era mi mesera, creo que se llamaba Marangely) justo acababan de arruinarle el Día de Reyes. Era una muchacha joven, como máximo tendría 23 años, pensé en que esa podría ser yo dentro de unos años.

Saqué $10 dólares de mi cartera y papi me dio $10 más y me levanté y se los entregué. Ella me preguntó qué quién era y porqué le estaba dando ese dinero. Le dije que estaba sentada en la mesa de al lado y que había visto lo que había pasado y que eso era injusto (por si no saber al un cliente irse sin pagar, la mesera es responsable de pagar la cuenta). Ella me miró con los ojos ya aguados y me abrazó, me apretó tan fuerte que no pude aguantar y exploté a llorar. Me agradeció un montón de veces, y me dijo que ella no quería el dinero, que por favor le explicara al dueño lo que habíamos visto, que ella llevaba un año y medio trabajando allí y que no quería tener que irse. No, ella no los dejó irse sin pagar, dudo mucho que los haya conocido pues ellos habían dicho ser de Carolina

Mami me acompañó a hablar con el dueño que habíamos visto antes y nos había saludado lo más chévere. Sólo espero que luego de habernos escuchado, la mesera no haya tenido que pagar la cuenta, esa familia comió casi el sueldo de una semana de la mesera. Quizás ellos lo hayan visto como un chiste, pero ver la cara de esa pobre muchacha me dejó con un coraje terrible. Espero que ella consiga leer esto, y le he pedido mucho a Dios porque aun tengas tu trabajo, porque sé lo difícil que es conseguir un buen trabajo.

Por favor, demostremos que somos más los buenos. El dinero va y viene, al fin y al cabo uno se queda con su conciencia, con las cosas buenas que hicimos por el prójimo.