martes, 22 de agosto de 2017

12 días en intensivo 2/2




   Después de que me robaran el teléfono, dependía del teléfono de mami para comunicarme con la gente. Tenía mi ipad y mi laptop pero allí no había wifi. Tenía montones de rompecabezas (por la noche los dejaba a mitad y SIEMPRE alguien los destrozaba, con el tiempo me di por vencida). Lo mejor de todo esto es que en intensivo había agua caliente, un cuarto para mi sola y un closet y gaveteros.


   El primer viernes fue Monti a quitarme los puntos y los tornillos. Yo tenía una subclavía (es un iv para pasar medicamentos en la clavícula), pero había que quitarla porque ya había expirado y me iban a poner un "pick line" (es el mejor invento del mundo, dile adiós a los pinchazos innecesarios, si por mi fuese me hubiera quedado con el toda mi vida, pero pos ni modo ):). Entonces, iban a aprovechar la sedación que usaran con el pick line para quitarme los puntos. SIKEEEE, adivinen quién despertó a mitad del pick line. Si, yo, para variar. Todos corrieron a ponerme más sedación (En estos momentos de mi vida me tienen que poner cuatro veces lo que se supone de Ketamina y Versed).


   Monti me quitó los tornillos y estaba bien emocionado. Creo que eran sus primeros y lo hizo muy bien. Es que esa gente de Maxilofacial conmigo era otra cosa. Después que me quitaron los tornillos, empecé a hacer compras online. Lo primero que pedí fue un cover para el teléfono nuevo. Mami todavía no lo había ido a buscar por no querer dejarme sola, pero yo necesitaba un cover. Me llegó un traje que compré por internet para la gala de FPLC y todo el mundo quedó enamorado.


   No les conté como hacía para que mami me prestara atención. Como no hablaba, conseguí una maraca (quería una campana pero mami no quiso). Mi maraca era en forma de un huevito. La usaba para llamar a mami y a todo el mundo. Por la noche cuando necesitaba algo y mami no despertaba, tenía que tirarle con el huevo. Cuando me sacaban  a caminar iba meneando el huevo avisándole a todos que andaba por ahí. Solo imaginenlo. Después descubrí que en intensivo me recuerdan por "Maraquita" y no por mi nombre. Iba a todos lados con ella, literalmente.


   En intensivo también hice amistades chéveres. Jan Carlos, el nene del cuarto de al lado que había tenido un accidente y las enfermeras conspiraron para que nos conociéramos. Nos mandábamos cartas porque yo no hablaba, cuando lo cambiaron de piso hice que el supervisor de enfermería le llevara mi carta. Él me regaló una batida que me tomé solo la mitad y de esa mitad una tercera parte se salió por el rotito de la tráqueo, pero me la tomé.


   Esa era otra, esta que está aquí solo se dejaba succionar la tráqueo por Muñeca y otro terapia respiratorio (no diré el apodo porque es muy cruel). Si mandaban a alguien más y no venía recomendado por ella, peleaba y les daba ordenes de como tenían que hacerlo.  Después Miathana me salvó la vida cuando me dio un ataque de pánico.



   Les cuento, me pusieron la tráqueo que tenía tapita, y con esa iba a respirar por la nariz y boca como una persona normal, pero yo tenía miedo. En las noches casi no dormía porque pensaba que me iba a asfixiar y el 99% del tiempo tenía la tráqueo agarrada. Entonces, cuando me pusieron esa con tapita, se me olvidó como respirar y me puse violeta y no llegaba aire y sentía que me iba a morir. No sentía el oxígeno, no podía escuchar. Fue como en las películas, cuando alguien se esta ahogando, que cortan el audio y cuando lo rescatan vuelve de golpe. Así o quizás un poco más dramático. Miathana me salvó la vida.


  Ahí realmente sentía que me iba a morir asfixiada, debí haber parecido un pez fuera del agua, pero fue algo horrible horrible. Después de eso los ENT cogieron las cosas más suaves.. si ajá


   Empezar a comer y a beber fue bien difícil. Los líquidos se salían por la traqueo, masticar era una misión. Bueno, era la misma tylenol y era más lo que se viraba que lo que me tomaba. Todo el mundo quería que yo comiera, y yo quería comer, pero no papas majadas señor jesús. Yo quería comer pizza, arroz, pan, un buen mofongo y esas cosas. El proceso de adaptarme fue bien difícilmente. Comer con una traqueotomía es difícil, añádanle a eso la operación de la mandíbula.

 

   Yo creo que nunca les he contado como es mi prótesis. Se llama Bursirio Nicolás Antonio. Consiste de 11 tornillos de titanio que están agarrando la maxila con la mandíbula o lo que queda de ella. Se supone que con esa prótesis no abra mucho la boca (no abre casi, solo lo suficiente para alimentarme), a veces me canso y me da dolor, pero a estas alturas ya he entendido que el dolor es parte de estar vivos. No, no es que me guste, pero hay ocasiones en las que no tenemos otra opción. Se supone que pronto, SE SUPONEEEE, que me operen para ponerme una prótesis que sea a la medida para poder abrir la boca mejor y vivir mejor. Esta en cualquier momento puede salirse de sitio y terminar en una meningitis. No, no me asusta así que relajense.


    Yo creo que no hay más nada que contarles de mis días en intensivo. Bueno, hay algo pero es un poco triste. Como no podía comer, sentía satisfacción de ver a mami comiendo. SUPER WEIRD, lo sé, pero el olor de la comida era suficiente y a veces con eso hasta me sentía llena. Yo creo que por eso es que ahora como tanto todo el tiempo.




PD1: Sí, mami sigue teniendo pesadillas con la maraca, a veces aparece por ahí y ella se desespera.


PD2: Estuve de vacaciones, cuando llegué necesité vacaciones de mis vacaciones.


PD3: Mami sigue igual de dramática, y me llegaron maquillajes por correo que me gané en un sorteo.


PD4: Fuimos de vacaciones y papi no se montó ni en las tacitas porque se mareaba. Sabrán que me tiré de todos lados, excepto en Volcano Bay, ahí no muero.


PD5: Esta va larga, pero tengo que compartirlo con el mundo. Me compré un gacetero en Ikea, luego descubrí que en realidad compré madera, tornillos y canales porque viene completamente desmontado. Estuve desde el miércoles hasta el sábado montando, pero lo logré.


PD6: El traje de la foto fue el que compré online

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