miércoles, 5 de octubre de 2022

Desahogo





 Estoy llorando, no sé exactamente porqué. Tengo mil razones para llorar. Estoy cansada de muchas cosas, de muchas injusticias. He cambiado ciertos hábitos, he aprendido a ponerme a mí en primer lugar, amarme aunque estoy así. Aunque la vida me empuja, me tumba y me patea si intento levantarme. Aunque mi propio cuerpo me traiciona, me falla, sigo luchando porqueHe aprendido muchas cosas. Mi fé y mis esperanzas están puestas en Dios, en mí, en mami y papi, en las pocas personas que me levantan y me ayudan a limpiarme las rodillas y secarme las lágrimas.

 

Apenas ayer me entero de que en mi hospitalización de julio, le dijeron a mami que ya me quedaban menos de seis meses de vida y querían ponerme en un hospicio. Ayer vi las fotos de como estaba, pesaba 70 libras. Estaba con oxígeno 24/7 y no recuerdo casi nada. Estuve solo veintiún días hospitalizada y no hubo un solo día que no alucinara. ¿Lo peor de todo? Yo sabía que estaba alucinando pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Nunca encontramos una respuesta a las alucinaciones. Fue una pesadilla y parecía que nunca iba a salir de allí. Dejé de comer al nivel que todo lo que había progresado, mis músculos lo olvidaron. Me dolía todo, suplicaba por medicamentos para dormirme y no sentir nada, ni dolor ni las alucinaciones. No me pregunten como sobreviví, no lo sé…

 

 

PD1: Gracias a Bryan y a Elizabeth por regalarme uno de mis dips favoritos

 

PD2: Gracias a mami por no rendirse y seguir luchando a mi lado.

 

PD3: Gracias a todxs lxs que relevaron a mami esos días.

PD4: Papi se quedó una noche y lo que hizo fue dormir.

 

PD5: Perdón a todos los doctores, enfermerxs y demás personal del hospital que les falté el respeto, esa no era yo y espero que jamás vuelva a pasar.

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